domingo, 26 de enero de 2014

Caminando por nuestros montes, hoy Benahavis paraíso natural.

Buenas amigos, antes de que acabe el fin de semana, nos gustaría compartir con vosotros una de nuestras ultimas salidas a estirar las piernas por el campo, en esta ocasión por tierras de Benahavis, en el corazón de la Costa del Sol. Una de las primeras curiosidades del día fue observar que los lentiscos se encuentran infectados del llamado pulgón del lentisco (aploneura lentisci), quizás consecuencia de la falta de lluvias.


Los enebros están cuajados con sus botones florales, tampoco es que vayan a crecer mucho más como flores.



Cambiamos algunos pinos, por arboleda autóctona, y tenemos un trozo de paraíso.


El valle se va abriendo ante nosotros.


Y a pesar de ser enero, que bien se esta a la sombra de los algarrobos.


Nunca vimos el río tan seco a estas alturas de año, tiene que llover más.


Las paredes escarpadas, poco invitan a pasear por ellas, terreno perfecto para nuestras amigas caprinas.


El hornillo Esbit va comenzar a ser un fijo de nuestra mochila.


Comida lista y te tomado, una enjuagada en el rió, y todo vuelve a su lugar.


Con la barriga llena, nos vamos a dar un vistazo por los alrededores.


La verdad, es que estas botas nos están sorprendiendo, muy versátiles, cómodas y por ahora bastante fiables. Buen producto del mercado Brasileño, Airstep Army.


Rebuscando por los palmitos, vemos que otro habitante de la sierra, a estado de visita.


La uva de palma o palmiche, ricos en potasio y otros elementos, un rico postre mas natural imposible.


Tierra abundante en pinos


Nos encontramos con los restos de la cena de alguien, ¿alguien imagina de quien son estos restos?


Como camuflaje por estos entornos, no es que fuese muy efectivo estos colores, ¿animal salvaje o domestico?


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